Ley de Dependencia: nuevos derechos sociales

Al igual que sucedió, durante la anterior etapa de Gobierno socialista (1982-1996), con la universalización de la educación, la sanidad o las pensiones, el actual Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha añadido un nuevo pilar a nuestro Estado del Bienestar: la Ley de Dependencia.

Es ésta una Ley que ofrece beneficios sociales en una doble dirección: por una parte, garantiza a las personas en situación de dependencia (personas mayores o [ya en cualquier edad] que padezcan cualquier clase de discapacidad) el acceso a toda una serie de servicios sociales destinados a posibilitar el normal ejercicio de su vida cotidiana que, de otro modo, se vería seriamente obstaculizada por efecto de la discapacidad padecida. Por otro lado, ofrece prestaciones económicas para los cuidadores familiares de la persona dependiente o, si fuese necesario, para la contratación de un asistente personal.

La Ley garantiza ya estos derechos a los grandes dependientes (que son los más graves), y este año se extienden a los dependientes severos, implantándose el sistema asistencial previsto, de forma gradual, desde 2007 hasta 2015.

Pero lo que, sin duda, hace que la Ley de Dependencia resulte de especial interés para los jóvenes es la importante creación de empleo que llevará consigo, junto con las salidas laborales que ofrece. Así, se prevé que, a lo largo de los próximos 7 años, la aplicación de esta Ley suponga la creación de hasta 500.000 nuevos puestos de trabajo (en 2007 ha supuesto ya la creación de hasta 200.000); así mismo, la prestación económica por cuidado familiar permitirá que los familiares de personas dependientes que se ocupen del cuidado de las mismas puedan percibir una prestación de 487 €, con cotización a la Seguridad Social por razón de estos cuidados, así como recibir formación de utilidad para su futura inserción laboral.

El acceso a estos servicios y prestaciones requiere una evaluación del grado y nivel de la situación de Dependencia; una evaluación que ha de solicitarse en los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma correspondiente.

En definitiva, con la Ley de Dependencia se ha logrado avanzar nuevamente un gran trecho en los derechos sociales de todos los ciudadanos, y para los jóvenes de toda España va a suponer una importante fuente de puestos de trabajo y de formación laboral, de gran provecho para el futuro de los beneficiados por estas prestaciones.